Testimonio de Martin Romano, en el marco de la experiencia comunitaria a través del taller de autoconocimiento de Cristina Sánchez en Morón, pcia de Buenos Aires.
“Al final lo que yo pensaba no era, son unas personitas hermosas, tiernas, buenas y con un corazón enorme, capaz de dar amor al mundo entero.
El primer día que llegué al merendero pro-vida me quedé asombrado de la falta de amor y atención a los chicos. En ellos solo se veía agresividad, mala conducta, pero a su vez mucha ternura y ganas de recibir muchos mimos. Pensé que no iba a poder cumplir con mis expectativas hacia ellos, pero a medida de que pasaba el tiempo me fui soltando, relacionándome con ellos, metiéndome en sus vidas, conociéndolos y ellos a mí.
En el taller de autoconocimiento me enseñaron que con muy poco se puede hacer feliz a alguien y hacer la diferencia en la vida del otro! Gracias Cristina Sánchez por darme la oportunidad de vivir una de las experiencias más maravillosas de mi vida!
A la semana siguiente ya nos extrañábamos, te preguntaban: Cuando volvés?, te decían lo que sentían por uno como un: Te quiero profe! Te voy a extrañar! Sos el mejor! Quiero jugar con vos! A partir de ahora mi Visión de Vida es Maravillosa, que con amor todo se puede lograr, que con muy poco puedo hacer mucho! Estoy preparado para hacer la diferencia en el otro y abierto a recibir mucho amor! Me siento inmensamente feliz por primera vez!”