Horacio Vilor comparte su experiencia comunitaria con nosotros
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Horacio Vilor es
un colaborador de de la Fundación
Corriente CálidaHumanística, el hoy
tiene la posibilidad decompartir su
emotiva historia con nosotros.
Horacio:
“Quelarga se hace la espera del miércoles, día de mi partida.- Debo dejar
preparado todo enmi trabajo para partir
rumbo a Chaco.-Esto pasaba por mi
cabeza antes de comenzar el viaje al Impenetrable…-Mi decisión de joven de
conocer toda la Argentina
hizo que en mis viajes conociera palmo a palmo nuestro territorio salvo la zona
del impenetrable.-
¿Qué paso? ¿El universo conspira para que
en casi 50 años de recorridas conociera toda la geografía argentina menos la de
esta zona? ¿Qué motivos habría para conocer este lugar en Julio del 2010?Ahora lo sé, mi experiencia de vida más
importante se viviría en esa tierra de monte cerrado, seco y salvaje.-
Mi
corazón se abrió como nunca cuando conocí sus pobladores, sus costumbres, su
naturaleza, sus necesidades y sus esperanzas.-
Entré
a la zona porel sudeste chaqueño y
comencé a transpirar sus caminos de líneas rectas que hieren los montes
milenarios de quebrachos, espinillos, palos borrachos y algarrobos. Cada tanto
un puente sobre el lecho de un río seco, algún pueblo peleando el lugar al
monte para no desaparecer. Masal
noroeste, casi cayéndome al Bermejo un cartel me anuncia: “TRES POZOS”, recorrí
sus calles y apenas encontré un niño para preguntar por el próximo pueblo:
“derecho para aiá” me indicóy me dirigí
rumbo a “El Tartagal”.
A
poco de andar reconocí un camión que días atrás ayudé a cargar, Le hice señas,
lo paré y se bajaron a abrazarme..-Me
indicaron donde quedaron los integrantes de la Fundación y apuré el
paso. Llegué a ese pueblo y con sorpresa encontré mucha gente caminando por sus
calles. ¿Qué pasó?Hasta allí había llegado la Cruzada llevando toneladas
de amor en sus camiones. Venían desde Fortín Belgrano librando la batalla. Los
chicos jugando y eligiendo su calzado, la sala de primeros auxilios seguía
vacía esperando su turno para que la llenen.- La gente con bolsones volviendo a
sus ranchos y los voluntarios haciendo su tarea, trabajando sin parar casi no
advirtieron mi llegada.- Los abracé, me recibieron con alegría y me sumé a la
misióncon nuevas fuerzas para renovar
las ganas de seguir pese al cansancio de todo el día sin parar.
Hicieron
una pausa, me sumaron, Cristina Sánchezy los voluntarios me transmitieron la labor
de varios días. Se los veía felices, estaban cansados y contentos. No entendía
esa realidad, mas tarde la entendería-
Ayudé
a terminar antes que el sol se perdiera sobre el río yrápidopartimos a Tres Pozos, esedesolado paraje que horas antes había conocido de pasada.-
Llegó
la hora de cenar, de compartir y todos estaban felices, cansados y vitales,
cargados de compromisos y listos para cumplirlos, Una rara sensación de placer
y agotamiento los invadía a todos y yo seguía sin entender.-
Al
alba empezó mi posibilidad de entender, de esta manera se me consumió el día
subiendo, bajando, trayendo, llevando, sumando diferencias una tras otra,hasta sentir el corazón tan grande que
parecía no caber en mi pecho.
¿De
dónde salía tanta gente si ayer mismo parecía un pueblodesolado? ¿Qué habíamos logrado en ellos que
nos hacían sentirtanta felicidad? Ahora
entendía a mis compañeros.
¡Qué
conmovedor fue escuchar a Cristina
Sánchez presentar a los Voluntarios de la y dar a conocer su Visión de Vida y describirsus
objetivos. Jamás olvidaré esta experiencia única, extraordinaria y maravillosa.
Jamás olvidaré las miradas, las manos ylos rostros de esta hermosa gente que parece detenida en el tiempo y sin
sueños que realizar.