Experiencia Comunitaria de colaboradores de Fundación Corriente Cálida Humanística en el merendero PROVIDA, en pcia de Buenos Aires. Testimonio de Soledad Paredes.
“Mi postura antes del comunitario era el alejamiento con los chicos, de hecho a mis 28 años no tengo hijos porque no me creía capacitada para criar, educar, enseñar, ni tener paciencia con un bebé. Mi experiencia comunitaria comenzó desde cero, jamás había estado con tantos chicos y jamás me hubiera imaginado todo el amor que podían dar desde su pequeño corazoncito.
Tenía mi corazón tan cerrado que cualquier excusa me venía bien para alejarme de ellos. Cada domingo que pasaba con ellos y me daba cuenta que inconscientemente ellos te pedían cariño, cada uno lo demostraba de distinta manera pero en fin lo que querían era “amor”.
Me solté con ellos a mi manera y terminé encontrando a mi niñez en un lugar oculto, lo saqué, quise ser una niña jugando y enseñándoles a sonreír y quise mostrarle y remarcarles sus mejores cualidades, no se podía con todos pero éramos los suficientes para llegar a cada uno.
Gracias Cristina Sánchez por esta posibilidad!!! Me siento muy feliz y afortunada de haber vivido una experiencia tan maravillosa como el comunitario.
De ahora en adelante mi Visión de Vida, está llena de proyectos. Me propuse seguir lo grande objetivos de la misma manera que lo vine haciendo.”